CERÁMICA

 

Me gusta el contacto de la mano con la arcilla, hundir los dedos, modelar, y que ambas manos formen parte del proceso creativo. De a poco van emergiendo formas, y cuando alguna me atrae o más bien se impone, sigo por ahí, y empiezan a aparecer pequeños seres que podrían venir de las profundidades del mar… o de otros planetas.

 

Suelo hacer piezas chicas, como si fueran pequeños poemas que escribo de una sentada, y si las sigo trabajando unos días después, un cambio en mi ánimo puede modificar el impulso original de la pieza.

 

Al esmaltar prefiero en general las calcinas y los óxidos que me permiten trabajar de un modo más pictórico, con el agregado sorpresa de cómo quedarán los colores después de la horneada.